viernes, 14 de julio de 2017

EL SNOBISMO DE LO "GOURMET"

Todos estamos más que familiarizados con el concepto
“gourmet” “delicatesen” “ecológico”… pero la cuestión es saber si somos capaces de diferenciar todos estos adjetivos en un producto cuando lo probamos y si no estaremos demasiado manipulados con todos estos nuevos “afluentes” conceptuales que nos bombardean continuamente. ¿será postureo?. El artículo original escrito por Jorge Benítez es muy interesante y por ello saco algunos fragmentos de ello añadiendo comentarios propios.
Un estudio reciente publicado en EEUU recoge interesantes conclusiones sobre lo que realmente influye en nuestra opinión cuando comemos y, al contrario de lo que podemos pensar, el sabor no es el factor más determinante. Somos presas de la dictadura de la moda alimenticia.

Hace tiempo, que para hacernos los interesantes en una cena, era suficiente con elegir un restaurante de moda, probar un vino, hablar sobre las críticas del restaurante como si fuera algo habitual en nuestra vida cotidiana…. El experimento se realizó en una cata carnívora llevada a cabo por 146 universitarios. Los participantes probaron diferentes tipos de carne, unos etiquetados como procedentes de una granja industrial en la que se maltrata a los animales y el resto de una explotación ganadera donde son tratados con humanidad. En realidad, la carne era la misma pero las etiquetas eran falsas.

La gran mayoría de los participantes, juzgaron aspectos como apariencia, sabor, olor… más positivamente a la carne con sello de bienestar animal.
“Nuestro cerebro construye nuestra experiencia vital”, explica por email el profesor Eric Anderson, uno de los autores de la investigación, desde la Universidad Tufts de Massachusetts. “Esta no se rige exclusivamente por la experiencia física de ingerir un alimento. El comportamiento es moldeado por las creencias, las experiencias afectivas y hasta propiedades sensitivas como el sabor o el punto de sal del alimento. Así que nuestra opinión está influida por lo que podríamos denominar realismo emocional.

Julián López, profesor de Antropología en la UNED, considera que “los medios de comunicación, los lobbies de la industria alimentaria y los activistas pueden orientar los gustos de una sociedad. Es la presión cultural y ésta sufre muchas variaciones a lo largo de los años”.
Las sociedades ricas donde el hambre es un mal recuerdo y se rinde culto al exceso, la percepción de los alimentos no es valorada exclusivamente por las papilas gustativas. El sabor no importa tanto.

En 2012, la Universidad Politécnica de Valencia en colaboración con la Universidad de Oxford  el King’s College de Londres, analizó como afectaban  al comensal ciertos valores externos a la hora de valorar un plato. La investigación consistía en dar a probar un yogur con diferentes cucharas (materiales). La mayoría de los consumidores, sin saber que se trataba del mismo yogur, opinaron que la muestra tomada con cuchara de metal era de mayor calidad. Dieron a probar una mousse de fresa que fue mejor valorada la servida en un plato blanco que uno negro.
Así que, recordar, el filete con patatas no es solamente el menú que vamos a degustar hoy, es un ejercicio dialéctico.

Montserrat A



Snobbery of the "gourmet"
We are all more familiar with the "gourmet" concept "delicatesen" "ecological" ... but the question is whether we are able to differentiate all these adjectives in a product when we try and if we will not be too manipulated with all these new "tributaries" Concepts that continually bombard us. Will it be postureo ?. The original article written by Jorge Benítez is very interesting and for that reason I extract some fragments of it adding own comments.
A recent study published in the United States gathers interesting conclusions about what really influences our opinion when we eat and, contrary to what we can think, taste is not the most determining factor. We are prey to the dictatorship of food fashion.

Long ago, to make us interesting in a dinner, it was enough to choose a trendy restaurant, try a wine, talk about the restaurant's criticism as if it were something habitual in our daily life .... The experiment was conducted in a carnivorous tasting conducted by 146 university students. Participants tested different types of meat, some labeled as coming from an industrial farm where animals are mistreated and the rest of a livestock farm where they are treated with humanity. Actually, the meat was the same but the labels were fake.
The vast majority of participants judged aspects such as appearance, taste, smell ... more positively to meat with animal welfare seal.

"Our brain builds our life experience," Professor Eric Anderson, one of the authors of the research, explains by e-mail from Massachusetts Tufts University. "This is not governed exclusively by the physical experience of ingesting a food. Behavior is shaped by beliefs, affective experiences and even sensory properties such as the taste or the point of salt of the food. So our opinion is influenced by what we might call emotional realism.
Julián López, professor of anthropology at the UNED, believes that "the media, lobbies of the food industry and activists can guide the tastes of a society. It is cultural pressure and it undergoes many variations over the years. "

Societies rich where hunger is a bad memory and is worshiped excess, the perception of food is not valued exclusively by taste buds. The taste does not matter so much.
In 2012, the Universidad Politécnica de Valencia, in collaboration with the University of Oxford, King's College London, analyzed how they affected the diner certain external values ​​when assessing a plate. The research consisted of giving a yogurt test with different spoons (materials). The majority of consumers, not knowing that it was the same yogurt, thought that the sample taken with metal spoon was of higher quality. They gave to try a strawberry mousse that was valued better served on a white plate than a black one.
So, remember, steak with potatoes is not only the menu that we are going to taste today, it is a dialectical exercise.


Montserrat A

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